La incertidumbre ha
sido el sentimiento frente al uso pertinente de los recursos tecnológicos. El
temor a sus innumerables alcances en el
ámbito educativo, genera inseguridad
y hasta de aversión, asumiendo así una actitud tecnófoba. Se piensa que el rol
podría reemplazarse, ya que en el imaginario se logra pensar que al utilizar nuevas tecnologías, el papel
del maestro perdería validez, por tanto,
este pensamiento puede obligar a enclaustrarse a unas prácticas fundamentadas
en un modelo comunicativo unidireccional donde el rol primordial del maestro se
limita a brindar conocimientos.
No obstante, en la últimas
décadas ha surgido en aprender e implementar nuevas y mejores herramientas en
pro del ámbito laboral y personal, que
permitan el acceso a un sinnúmero de posibilidades y lo más importante
motivar a los estudiantes, los cuales disfrutan y experimentan con estas
nuevas tecnologías que les son tan accesibles y llamativas. Y es desde
aquí, donde surge otra visión del docente, el cual adquiere una función
de guía, de orientador. Y esto lo hace a través de su discurso, de la
interacción con sus estudiantes, la cual puede darse tanto en ambientes físicos
como virtuales. Es decir, la educación se descentraliza de un aula y se da en
contextos que antes eran impensables.
Es por esto que el docente
tiene pues la misión de actualizarse, ya que éste debe ir a la vanguardia
educativa, la cual debe propender por la autonomía, la cooperación, la
comunicación, pero sobre todo la interacción. Ya que es en el encuentro
con el otro, en el que cada miembro de la comunidad educativa puede formarse de
manera integral por medio del respeto y a la aceptación de otros mundos.
Los cambios que emergen también afectan la forma
en que se concibe la educación, los docentes y los estudiantes e incluso las
herramientas que son utilizadas en este proceso. El rol del docente
paulatinamente se ha ido transformando, ya no es sólo él quien sabe sino
que él es un ser que desde su saber guía a sus estudiantes en el descubrimiento
de los saberes, del conocimiento. Así mismo, éstos últimos ya no son vistos
como tabulas rasas, sino como seres activos, con inquietudes, deseos
y vivencias que hacen que se dé la educación de manera heterogénea ya
que cada ser es diferente y por ende los procesos de los mismos.
El
papel docente-moderador antes que transmitir conocimientos debe ser promover en
los estudiantes a desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo que los
conduzca a decidir cómo actuar y cuándo tomar la decisión adecuada ante
situaciones problemáticas de la cotidianidad.
No
se trata de depositar nuestras ideas en las mentes de los estudiantes, sino por
el contrario dejarlos ser dentro de los límites de una sana convivencia y en
concordancia con el mundo.
Es
tarea entonces del docente que construye el ambiente de aprendizaje, brindar
las herramientas necesarias a los estudiantes que les permita tomar la
iniciativa en una búsqueda constante de información, para que esto posibilite
en los ellos la construcción de conocimientos mediante una interacción
dialógica permanente, activar su curiosidad, ser creativos, establecer vías de
comunicación con otros y conocer otras realidades que antes eran desconocidas
para ellos (se enseñen entre sí).
Para
esto es primordial que el docente esté en interacción permanente con el
estudiante, retroalimentando su proceso, que el estudiante sienta la compañía
del docente para que su motivación continúe, que se pueda dar cuenta que sus
ideas son enriquecedoras dentro de dicho proceso y de la evolución que ha
tenido en dicho campo.
El
educador debe tener, a la vez, rigor y elasticidad para no ahogar la autonomía.
El principal obstáculo que podría presentarse para el desarrollo de las
personas es la pasividad de la. Resulta más fácil limitarse a transmitir
información, dirigir y controlar los
aprendizajes, que promover un espíritu activo a través de actividades que sean
estimulantes para los alumnos, y que, principalmente, produzca, en los
docentes, la convicción de que se ha logrado producir al menos pequeñas transformaciones
en sus alumnos.
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