domingo, 23 de noviembre de 2014

Sesión 3:Experiencia Significativa de Evaluación En Mi Proceso de Formación.


Durante mi pregrado de Licenciatura en Lenguas Modernas, recuerdo lo aburrida y a la vez estresante que resultaban las asignaturas que correspondían al componente pedagógico, puesto que se nos evaluaba a través de exposiciones y exámenes donde tenía que rendir cuenta de todas las teorías que nos dictaba el profesor durante el semestre. De hecho, una de las asignaturas que más practicaba la evaluación escrita para a mitad y a final del curso fue irónicamente Didáctica General.

Sin embargo, recuerdo una de las asignaturas pedagógicas que resultó enriquecedora y provechosa: Didáctica de la Enseñanza del inglés. Además de la valoración que recibíamos a través de las participaciones en los foros que se desarrollaban en torno a lecturas sobre teorías concerniente a la enseñanza y aprendizaje de una segunda lengua, el proceso de evaluación se realizó mediante la elaboración de una unidad didáctica sobre el contenido que quisiéramos y al diseño y puesta en práctica de una clase. Estos dos ejercicios debían evidenciar los conceptos tratados y discutidos en clase a través de los foros y se valoraban en distintas etapas durante y al final del curso.

Esta experiencia resultó significativa teniendo en cuenta que en esa etapa de mi carrera había iniciado a trabajar con niños de primaria en la enseñanza del inglés y a pesar del conocimiento teórico, no sabía cómo establecer dicho saber a mi práctica. De igual manera, este ejercicio activó la reflexión, creatividad, autonomía y recursividad en mi quehacer como docente. Considero que esa fue una de las asignaturas donde se me evaluó de la mejor manera puesto que no me encontraba preocupado por aprobar un examen que supuestamente determinaría qué tanto había aprendido durante el curso. A todo esto se le suma, la oportunidad que teníamos a través de la socialización de los productos parciales y finales de los trabajos por parte de cada una de los estudiantes, de valorar el trabajo entre pares antes la cualificación del docente.

Reflexión Frente a la Evaluación En Ambientes Virtuales


La evaluación o autopercepción de cada uno de nuestros aprendizajes es la base de todos nuestros actos cotidianos; si no evaluáramos nuestros actos cotidianos nos veríamos obligados a cometer los mismos errores. La evaluación debe ser el proyecto ético en todo proceso de aprehendizaje y la formación en la autonomía es el primer fundamento de tal proyecto.


Creo que el modelo de evaluación en ambientes virtuales de aprendizaje debe promover la formación en la autonomía el cual garantizaría procesos de evaluación fieles y consecuentes a las prácticas, pues es el sujeto quien verdaderamente toma conciencia de sus rutas y logros en el aprendizaje. No se pretende con esto hacer caso omiso a las otras dos formas en un proceso de evaluación como son la hetero-evaluación y coevaluación respectivamente. La autonomía en la valoración de los aprendizajes garantiza prácticas más honestas para con terceros y entre pares.


La e-participación y la e-moderación hacen énfasis en los procesos de co-evaluación y auto-evaluación que poco se han tenido en la cuenta en las modalidades presenciales de aprendizaje.  El sujeto es también quien evidencia, a partir de su auto-percepción qué tan alto o bajo está su rendimiento o nivel frente al conocimiento mismo que plantea el curso y así, en reciprocidad grupal y colaborativa, se entenderá que la evaluación no es una regla de medición sino un proceso de cualificación que no se distancia del objeto de conocimiento sino  que hace parte funcional de éste: correlación y coherencia entre la dimensión formativa y la evaluación.

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